¿Quieres saber mi historia?
En el año 2019, siendo una oncóloga con años de experiencia y con todo lo que tal vez otras personas puedan anhelar, perfeccionista, basada solo en evidencia científica, con ansias de cada vez más títulos y acumulación material, dando a mi familia solo el tiempo que me quedaba después de “ mis relevante actividades” presenté estrés cónico síntomas diversos zumbidos en los oídos, taquicardia, insomnio, crisis de pánico, quería todo para ahora, dolor de estómago, punzadas en el ojo derecho, temblor de las manos, irritabilidad, mi visión se redujo todo esto se llama trastorno de ansiedad generalizada que lo mantuve de por 2 años hasta en nov 2021, la vida me planto y caí en pozo más profundo de la depresión sentí el sufrimiento y conocí el infierno en vida en cual es único alivio en mi mente confundida era morir. El juicio mental que me quedaba me impulso a pedir ayuda. Recuperarse de algo así solo depende de paciencia, muchísima disciplina, aprendizaje, alimentación mental y física saludable, reimplantar en el subconsciente el no juzgar cada uno lleva sus batallas, no criticar todos podemos caer en errores, que mis palabras sean impecables siempre es mejor un corazón que escuche y comprenda que una mente inteligente que hable. Aprendí a dar prioridad a todos quienes me aman, dejar todo por ellos, que un título sin amor no sirve de nada, la única finalidad de venir al mundo es a ser felices, pero nacer de por sí ya es sufrimiento es parte de la vida sufrir, sin embargo, como enfrentamos las adversidades con resiliencia capacidad de cambio y adaptación no hace humanos, abre nuestra mente a un mundo de posibilidades más allá de lo físico, para poder dar luz a todo aquel que pase por esta noche negra. Aprendí que el sufrimiento transforma, motiva, impulsa y saca a luz tu humanidad te hace consciente que nuestra vida humana es temporal y nuestra alma, energía, amor dura la eternidad.